jueves, 16 de febrero de 2012

20. SABINA Y TU

He tardado en escribir esta etapa... quizá porque fue la mejor que vivimos, la que más disfrutamos, la que me enamoro y me alejo también.

Sabías que intentaría ir a México pero no cuando, hablaste con Toño y me quedé nuevamente en su casa. Fuimos a comer a un Burguer King, nos quedamos hablando en el estacionamiento, mientras devoraba la hamburguesa después de tantas horas sin comer. No puse mucha atención a tu conversación, solo te miraba pensando que por fin estaba a tu lado, que era hora de organizar mejor las cosas.

Fuimos a casa de tu amigo y recordamos la tarde que hicimos el amor por primera vez; ahora tu cuerpo no era extraño para mi, sabía con que tipo de besos encenderte, decirte que quería más de ti.
Era como estar en casa cuando me abrazabas, recargando tu cabeza en mi pecho y tus manos en mi cadera. Un tipo de baile sin música, con el acorde de tus suspiros y el tono de mis gemidos; todo desaparecía. Estar contigo así era lo mas egoísta del mundo; me olvidaba de todo y todos, solo me importaba lo nuestro.

Una vez desahogadas las ganas mutuas, comenzamos a hablar sobre lo que haríamos las siguientes semanas.
Salimos a la calle con la sonrisa a flor de piel, compramos objetos de aseo personal para mi; recuerdas el gel de baño de lavanda?, pues hace poco que empezaron a venderlo aquí, la misma marca; el shampoo que usaba era fructis, ahora uso uno para prevenir la caída; una esponja para el cuerpo, pasta dental y poco más.

Recuerdo que pasé allá la FIL ese año, y estaban de invitados dos grandes: El Gabo y su amigo Sabina. El día del concierto de Joaquin me sentía mal, me dolía el estomago, así que me dejaste pronto en casa de Toño y te fuiste a tu casa, pero me quede viendo la tv, todo eran noticias del concierto de Sabina; pudo más mi vicio por él, que los cólicos, me vestí y tomé un taxi; fui a la Feria y compré mi entrada; por ese tiempo aún no te gustaba tanto Joaquin, lo escuchabas, pero no al grado de ahora.

Estando dentro del recinto pedí a varias personas me dejaran usar su celular, para llamarte y decirte que estaba allí. Luego de comunicarnos y el reproche por salir enferma te dije que estaría ahí por si querías ir. No te enojaste, te pusiste furiosa; había conseguido colarme hasta adelante, podía recargar los brazos en el escenario y cuando quedaban minutos para que saliera Sabina me remordió la conciencia escucharlo sin ti, disfrutar de mi ídolo sola; deje un sitio que sabia no volveré a tener la suerte de ocupar y te busqué, al no verte dentro me salí y los de la puerta me advirtieron que ya no podría entrar. Perdí el dinero, la oportunidad de gritarle y escucharlo de cerca porque no sería lo mismo que a tu lado.

Salí, seguía el concierto por unas pantallas fuera del lugar, cuando llegaste, enojada, levantando la voz mientras me hablabas y llamando la atención de la gente, te pedí que te calmaras, intenté explicarte que me había salido por estar a tu lado, que lo pasáramos bien. Pero pudo mas tu enojo que cualquier motivo. Cansada de tratar de hablar y pedirte que te relajaras pase de ti, te dejé hablando sola y me puse a ver el concierto, no a disfrutarlo, porque no dejabas de verme enojada, te dije que te fueras, pero tu respuesta fue que esperarías a que quisiera irme para llevarme a casa. Cuando cantaba alguna canción con alguien o pedía cigarros te acercabas, me los dabas tu y todo esto con miradas que perforaban y una seriedad que enojaba.

No soporté más tu actitud y te dije que me iba a casa, me seguiste hasta que subí al coche; al llegar estaba encabronada, furiosa por tu forma de actuar, me gritaste en la calle, te pasaste reclamando, enojada, no disfrute nada esa noche. Antes de irte me pediste perdón; te pedí que te quedaras a dormir y no lo hiciste, ninguna noche te quedaste ahí conmigo.

Esa noche pensé: "será siempre así de celosa y enojona?, qué nos falta por conocer de ambas?"
Al despertar vi tu coche fuera de la casa de Toño, me preocupe y te llamé, me dijiste que se había quedado parado y te fuiste en autobús.

Seguí enojada casi todo el día, pensando en la noche que habíamos pasado y lo que nos faltaba por descubrir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario