jueves, 2 de febrero de 2012

16. UN DIA CONTIGO ERA


Despertar con alegría por compartir una oportunidad más vivir.
Entrar a tu habitación y verte dormir, pensando en lo afortunada que era por tenerte.
Colarme en tu cama, sentir tu cuerpo cálido y observar esa sonrisa que me daba los buenos días.
Decirte tonterías al oído, hacerte reír y luego suspirar para activar el corazón, mi corazón.

Desayunarte en tu cama, comerte con la mirada, cenarte con suspiros.
Observar cómo un trozo de queso hacía que te transformaras en una niña feliz.
Descubrir de nuevo Valencia, España, México, Guadalajara.
Pasar horas que parecían minutos con cada sonrisa tuya.

Disfrutar de cada sensación al doble.
Estar con mi fantasía hecha realidad.
Querer parar el tiempo, ser egoísta y quererte absolutamente para mí.
La perfecta imperfección de no ser como los demás.

No conocer imposibles, todo tenia siempre solución.
Avanzar, conocerme, descubrirme, encontrarme en ti.
Hacer de lo absurdo un motivo interesante.
Aprender a amar sin conocer limites.

Hay tanto que decir, mucho que callar, cosas por llorar, detalles que agradecer, caminos por andar, obstáculos que afrontar, situaciones que respetar, hay mucho, demasiado dolor y heridas... sin embargo; los días contigo siguen ahí, estáticos, intocables, seguros, míos, nuestros y tal vez tuyos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario