jueves, 12 de enero de 2012

4. Y COMIERON PERDICES



La idea de viajar no era tan descabellada, resultaba relajante, prometía una bocanada de aire fresco, renovar, ignorar.

No mentiré, con tantos preparativos, los amigos con las despedidas, las salidas, fiestas, organización y conversaciones por horas con las personas que son importantes en mi vida, me olvide de ti.
Todo era perfecto, una nueva vida, dejando atrás lo que hace daño.

Los primeros meses pasaron bien, la excitación de ver todo, de adaptarme, resistir y descubrir me mantuvieron siempre con ocupaciones. No vivía con Cano pero comenzamos una relación que terminaría con una propuesta de matrimonio para agilizar los tramites legales.

Una tarde coincidimos, y charlamos tranquilamente, de pronto, no se como, comenzaste a hablar de tu situación intima con ella, a preguntar cosas, querías que te aclarara dudas, que te dijera formas de hacer el amor. A mi! me estabas preguntando a mí como satisfacerla!
Lo que creí olvidado, pensaba que ya no me dolías y que podía seguir con mi vida y con esas preguntas me di cuenta que no era así. Que solo había guardado lo que siento por ti en el rincón mas oscuro de la memoria.
Luego de recomendarte ver pornografía con toda la calma y sarcasmo que era capaz y de no perder la cordura contigo me fui, salí de casa, camine hasta que me di cuenta que estaba en el Barrio del Carmen, justo lo que necesitaba; sentarme en una terraza a ver la vida pasar, a encontrarme entre tanta gente, todo parecía tan lejano, tan absurdo. Había recorrido miles de kilómetros de distancia para darme cuenta que seguías conmigo.
Esa noche fue la primera que pase con Cano después de todo, yo también tenia necesidades que cubrir y no veia caso guardar luto a algo que nunca existió.

Pasaron las semanas, y con mi horario de trabajo era mas factible coincidir contigo.
Hablamos de nuevo casi todos los días, tu estabas trabajando en un ciber y eso facilitaba encontrarnos. Estábamos así por horas, mas de una vez tu comías mientras yo cenaba. Como era de esperar Anais se molesto, te pidió que dejaras de verme y como siempre, me lo dijiste con toda la honestidad que sabes, no discutí y me calle las cosas otra vez. "Voy a dejar de verte, te quiero mucho, pero no quiero problemas con ella, es mi pareja".
Sentí decepción de ti, te pedían dejarme y tu hacías caso!, y además me remarcabas lo que era para ti.

Acepte (tenía opción?), y nos despedimos, deje de verte un par de meses, me centre en la relación con Cano y mis documentos para residir de forma legal. Fue en ese lapso cuando me pidió casarme y agilizar los tramites. No lo dude, dolió decir: "si" a quien no debía pero lo hice.
Cuando estábamos en espera de la fecha para la entrevista en el juzgado apareciste de nuevo, pidiendo que nos viéramos a escondidas, me echabas de menos, y yo, feliz por verte de nuevo acepte.
Si ella llegaba te desconectabas enseguida; sin decir adiós. Un día me pediste hablar con Anais, decirle que no había nada mas que amistad, que a quien amabas era a ella... y lo hice, un par de veces, pensando que quien se mentía era yo. Que carajo hacia yo ahí?, tanto me costaba entender que la amabas?, te gastabas tu sueldo con y para ella casi del todo, le cubrías sus necesidades, la excusabas cuando yo te reñía por agachar la cabeza y te enojabas conmigo.

Al final terminaste con ella, por el motivo que fuera, por la acumulación de todo o de nada, se acabo. Y tu estabas libre, feliz, respirando por fin, coqueteando con la idea de retomar lo que dejamos antes de que fueras a Vallarta; te dije que me casaría en unos meses, que quería a Cano que había estado conmigo todo ese tiempo que te necesite y calle por tonterías.
No te alejaste, esta vez no. Decidiste quedarte aun sabiendo que yo estaba intentando amar a alguien mas. Solo me pediste una cosa, en mi próxima visita a México conocernos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario